Oficialmente se trata de un problema de rotura de una tuberia, pero Cajamarca está en gran medida, en estos momentos, y literalmente, sin agua para beber. Mientras tanto, la devastadora minera Yanacocha sigue chupando 1 m3 de agua por segundo (30 millones de m3 por
año).
Al mismo tiempo, la planta de El Milagro no tiene la tecnología necesaria para hacer los análisis químicos exhaustivos para determinar si el agua que llega a Cajamarca es bebible o no, en particular en cuanto a los
metales pesados. Si la turbiedad del agua llega a un nivel aceptable, la
planta se contenta con esa verificación visual y ya no trata el agua.
El futuro siniestro ya ha llegado a Cajamarca. |
Esta negligencia puede ser la causa de la situación actual, aunque no puede descartase que a ella se sumen otros problemas técnicos.
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