REPRESION Y GUERRA SUCIA CONTRA RONDEROS
Y GUARDIANES DE LAS LAGUNAS EN CAJAMARCA
El gobierno de Ollanta Humala y Minera Yanacocha han desatado en los últimos días una campaña de agresión e intimidación, usando incluso armas de fuego, contra los ronderos, guardianes de las lagunas y comuneros de la zona de Conga, en un intento de amedrentarlos para que cesen la resistencia a la imposición del megaproyecto minero en la región.
Las informaciones aquí expuestas, sobre los recientes sucesos, provienen de las escasas publicaciones periodísticas locales que circulan en la red, del Centro de Información indígena Servindi, así como de testimonios directos del compañero Edy Benavides, dirigente del Frente de defensa de Bambamarca-Hualgayoc y miembro del Comando Unitario de Lucha de Cajamarca.
Los actos de represión y de intimidación aquí descritos no son hechos aislados y revelan la intensificación en la estrategia de guerra sucia del gobierno y de Minera Yanacocha.
Martes 17 de setiembre: cuatro comuneros del caserío Quishuar Corral heridos por perdigones de la DINOES en la zona de la Quinua, cuando aquellos se disponían a efectuar la verificación de la presencia de maquinaria de la empresa Yanacocha en los caminos de la comunidad. Ellos denuncian que los veinte años de actividad minera de Yanacocha les ha dejado en escasez de agua para el regadío y para el consumo doméstico.
Viernes 20 de setiembre: campamento de ronderos guardianes de las lagunas de Namococha es atacado y saqueado por delincuentes a sueldo de Yanacocha, quienes disponían de armas de fuego con las que dispararon a los campesinos frente a la mirada complaciente de la DINOES y de la PNP, quienes están de manera permanente en la zona en resguardo de los intereses de la multinacional minera. Esos pseudo-campesinos arrasaron con todo, robando frazadas, colchones, víveres, ollas, alimentos y todo lo que, con el esfuerzo colectivo de las comunidades, existía en el campamento.
Martes 24 de setiembre: nuevo ataque, por un grupo armado de sicarios, al campamento que había sido reconstruido en Namococha por los ronderos de El Tambo y El Alumbre, venidos en refuerzo. En esta ocasión, los delincuentes dispararon a quemarropa contra los comuneros, una vez más ante la pasividad cómplice de la DINOES. Cabe destacar que la zona que sirve de base al campamento rondero para la defensa de la laguna Namococha pertenece a un comunero en lucha que ha cedido estos terrenos a los Guardianes de las Lagunas.
Ya no es un secreto que la policía nacional es asalariada de las multinacionales mineras. Así lo han demostrado las asociaciones civiles que pusieron al descubierto hace algunos meses los contratos secretos firmados entre éstas y aquella.
Pero siendo el terreno del campamento rondero de Namococha la propiedad de una familia campesina y no de la mina, esta policía así mercenarizada no podría justificar una intervención oficial de expulsión como sus amos Newmont-Benavides quisieran. Es por ello que no es difícil intuir que la mina Yanacocha pretende provocar el desalojo de los campesinos ronderos a través de un procedimiento mafioso, que pone en riesgo la vida de los defensores de las fuentes de agua que la multinacional minera pretende destruir.
Por su parte, el presidente Ollanta Humala, ocho de sus ministros, el presidente regional y el alcalde de Arequipa y otros representantes del Estado, han ratificado su compromiso con el lobby minero mundial, reunido la semana pasada en el evento Perumin 2013, para la continuidad de la política extractivista contra la que los pueblos resisten.
Mercenarización de la policía y organización a sueldo de bandas delictivas (¿a cuándo el sicariato?) hacen de los socios Newmont-Benavides una mafia minera de alto vuelo operando con el aval del Estado peruano.
¡Contra la guerra sucia de la multinacional Yanacocha y la represión organizada por el gobierno!
¡CONGA NO VA, NI AHORA NI NUNCA!
Martes 17 de setiembre: cuatro comuneros del caserío Quishuar Corral heridos por perdigones de la DINOES en la zona de la Quinua, cuando aquellos se disponían a efectuar la verificación de la presencia de maquinaria de la empresa Yanacocha en los caminos de la comunidad. Ellos denuncian que los veinte años de actividad minera de Yanacocha les ha dejado en escasez de agua para el regadío y para el consumo doméstico.
Viernes 20 de setiembre: campamento de ronderos guardianes de las lagunas de Namococha es atacado y saqueado por delincuentes a sueldo de Yanacocha, quienes disponían de armas de fuego con las que dispararon a los campesinos frente a la mirada complaciente de la DINOES y de la PNP, quienes están de manera permanente en la zona en resguardo de los intereses de la multinacional minera. Esos pseudo-campesinos arrasaron con todo, robando frazadas, colchones, víveres, ollas, alimentos y todo lo que, con el esfuerzo colectivo de las comunidades, existía en el campamento.
Martes 24 de setiembre: nuevo ataque, por un grupo armado de sicarios, al campamento que había sido reconstruido en Namococha por los ronderos de El Tambo y El Alumbre, venidos en refuerzo. En esta ocasión, los delincuentes dispararon a quemarropa contra los comuneros, una vez más ante la pasividad cómplice de la DINOES. Cabe destacar que la zona que sirve de base al campamento rondero para la defensa de la laguna Namococha pertenece a un comunero en lucha que ha cedido estos terrenos a los Guardianes de las Lagunas.
Ya no es un secreto que la policía nacional es asalariada de las multinacionales mineras. Así lo han demostrado las asociaciones civiles que pusieron al descubierto hace algunos meses los contratos secretos firmados entre éstas y aquella.
Pero siendo el terreno del campamento rondero de Namococha la propiedad de una familia campesina y no de la mina, esta policía así mercenarizada no podría justificar una intervención oficial de expulsión como sus amos Newmont-Benavides quisieran. Es por ello que no es difícil intuir que la mina Yanacocha pretende provocar el desalojo de los campesinos ronderos a través de un procedimiento mafioso, que pone en riesgo la vida de los defensores de las fuentes de agua que la multinacional minera pretende destruir.
Por su parte, el presidente Ollanta Humala, ocho de sus ministros, el presidente regional y el alcalde de Arequipa y otros representantes del Estado, han ratificado su compromiso con el lobby minero mundial, reunido la semana pasada en el evento Perumin 2013, para la continuidad de la política extractivista contra la que los pueblos resisten.
Mercenarización de la policía y organización a sueldo de bandas delictivas (¿a cuándo el sicariato?) hacen de los socios Newmont-Benavides una mafia minera de alto vuelo operando con el aval del Estado peruano.
¡Contra la guerra sucia de la multinacional Yanacocha y la represión organizada por el gobierno!
¡CONGA NO VA, NI AHORA NI NUNCA!
Sicarios y mercenarios de la minera, con su discurso mal aprendido y sus
calumnias, desmontando un campamento de los guardianes de las lagunas.
Horas antes habían utilizado armas de fuego para dispersar a los
comuneros ambientalistas.
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