En el auditorio lleno de la Maison d’Amérique Latine de París, el viernes 23 de mayo, la campesina peruana Máxima Acuña de Chaupe, junto con su hija Ysidora, rindieron público testimonio sobre el calvario que ellas y su familia sufren en las alturas de Cajamarca, Perú, acosados por los esbirros de la empresa minera multinacional que quiere despojarlos de su terreno para poder lanzar el megaproyecto Conga.
Así concluía su estancia en París, a donde llegaron para reclamar ayuda frente a la injusticia que sufren, protección frente al abandono de las autoridades peruanas, protección contra la violencia y las amenazas de muerte que deben soportar.
Como ya lo había hecho antes, la semana anterior, en Bruselas y Ginebra, con el apoyo de la Asociación Lammp, Máxima de Acuña Chaupe, hizo oír, en esa institución dedicada a las culturas de América Latina, el testimonio y el pedido de ayuda insoslayable de una mujer ejemplar que sufre un cruel acoso por el hecho de defender su derecho a la tierra, al agua, a la vida, sus derechos humanos en suma.
Las asociaciones, organizaciones y sindicatos que durante toda la semana la recibieron y escucharon, desearon estar representados en el evento, el cual también participaron todas las asociaciones que desde hace mucho trabajan por la solidaridad con Cajamarca. En medio del público atento y emocionado también había figuras principales del mundo político, artístico y cultural, quienes expresaron a Máxima y a su hija Ysidora su solidaridad y afecto a través de sus intervenciones y en el debate.
“Estoy muy amenazada, muy perseguida por la empresa minera. Si algo me pasa, si algo me sucede a mí, a mi esposo, a mis hijos, la única responsable es la empresa minera…”, declaró la valiente peruana, que se ha convertido en el símbolo de la resistencia de la región de la depredación extractivista.
Así concluía su estancia en París, a donde llegaron para reclamar ayuda frente a la injusticia que sufren, protección frente al abandono de las autoridades peruanas, protección contra la violencia y las amenazas de muerte que deben soportar.
Como ya lo había hecho antes, la semana anterior, en Bruselas y Ginebra, con el apoyo de la Asociación Lammp, Máxima de Acuña Chaupe, hizo oír, en esa institución dedicada a las culturas de América Latina, el testimonio y el pedido de ayuda insoslayable de una mujer ejemplar que sufre un cruel acoso por el hecho de defender su derecho a la tierra, al agua, a la vida, sus derechos humanos en suma.
Las asociaciones, organizaciones y sindicatos que durante toda la semana la recibieron y escucharon, desearon estar representados en el evento, el cual también participaron todas las asociaciones que desde hace mucho trabajan por la solidaridad con Cajamarca. En medio del público atento y emocionado también había figuras principales del mundo político, artístico y cultural, quienes expresaron a Máxima y a su hija Ysidora su solidaridad y afecto a través de sus intervenciones y en el debate.
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| Máxima Acuña de Chaupe y su hija Ysidora en la Maison d’Amérique Latine, en París. |
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| Un público atento y conmovido expresó su solidaridad Máxima y a su hija Ysidora. |
“Estoy muy amenazada, muy perseguida por la empresa minera. Si algo me pasa, si algo me sucede a mí, a mi esposo, a mis hijos, la única responsable es la empresa minera…”, declaró la valiente peruana, que se ha convertido en el símbolo de la resistencia de la región de la depredación extractivista.
En forma unánime, más de ciento veinte asistentes aprobaron un llamamiento para que se defienda a Máxima y a Ysidora, lo mismo que su derecho a una justicia imparcial, y la exigencia de que el gobierno peruano implemente cuanto antes medidas de protección, tales como las que acaba de decidir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para la familia Chaupe y 46 ronderos y activistas en la lucha contra el proyecto Conga, todos ellos perseguidos y amenazados.
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| El público aprobó en forma unánime un llamado a que se defienda a Máxima y Ysidora, |
Texto aprobado :
LLAMADO A LA PROTECCIÓN Y A LA SOLIDARIDAD CON LA MAXIMA ACUÑA DE CHAUPE
Este viernes 23 de mayo, en París, en la Maison de l’Amérique Latine, hemos oído hablar a Máxima Acuña de Chaupe, campesina peruana que desde hace varios años lucha para evitar la confiscación de sus tierras por parte de multinacional Yanacocha [Newmont (EEUU), Buenaventura (Perú) y Banco Mundial (IF)] y su megaproyecto minero Conga.
Ella y su familia han vivido terribles actos de violencia: han quemado su casa, han matado o robado sus animales. Desde entonces viven bajo constante acoso, perseguidos, impedidos de cualquier actividad de vida en su tierras, obstaculizados en su derecho a la circulación , amenazados de muerte. Todo esto en medio de la indiferencia de las autoridades locales.
Exigimos el respeto y la protección de Máxima Acuña de Chaupe y su familia, y esto desde su regreso al Perú.
Nos dirigimos a las autoridades peruanas y también al Embajador de Francia en Lima y les pedimos que garanticen su seguridad física y psicológica.
Les pedimos también que velen porque el proceso iniciado por la multinacional minera Yanacocha se desarrolle en forma imparcial, según reglas normales y teniendo en cuenta su derecho a la defensa.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con fecha 5 de mayo 2014, pidió all gobierno peruano que adopte medidas para proteger a la familia Chaupe y a 46 dirigentes campesinos, activistas y comunicadores sociales de la región de Cajamarca, opuestos al proyecto Conga, afirmando que las amenazas que pesan contra la vida y la integridad física de estas personas son graves, urgentes e irreparables.
Pedimos que el gobierno peruano respeta la decisión de la CIDH y que tome medidas urgentes a favor de Máxima Acuña de Chaupe y su familia, así como los otros 46 beneficiarios, dirigentes de las rondas campesinas, activistas y comunicadores sociales.
Aprobado en forma unánime, en París el 23 de mayo de 2014.
(Con más de 110 firmas de los presentes )
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